miércoles, 4 de octubre de 2017

El país de los geriátricos

Vigorosa campaña oficialista se ha llevado a cabo últimamente por los
medios de difusión sobre reuniones y conferencias de alto nivel sobre
el extraordinario envejecimiento de la sociedad y la exigua tasa de
natalidad en el país. El noticiero nacional se hace eco en la voz de
quienes cubren los eventos con notas informativas que hacen llegar al
televidente las razones por las que casi un cuarto de la población
cubana rebaza los sesenta años de vida y las féminas reducen la
procreación.
En la voz de estos periodistas no se hace esperar el razonamiento de
una de las principales razones: la esperanza de vida del cubano que
alcanza casi las ocho décadas de existencia. Y, por supuesto, el
cuidado de la salud "gratuito" y de "elevada calidad", que permite tan
alto índice para una comunidad del tercer mundo.
Por razones de capacidad en el artículo no se cuestiona si en realidad
la salud resulta gratuita al pueblo, ya que sobran razones para no
creerlo, como tampoco la calidad de nuestros centros y especialistas
del ramo que dejan tanto qué desear; ni hay espacio suficiente para
debatir por qué Cuba es hoy un país "tercermundista". Cada réplica
ofrece holgura a una triada de enunciados diferentes.
Lo importante ahora está en investigar por qué en Cuba solo van
quedando ancianos de retiro y las mujeres jóvenes no paren. Echemos un
vistazo a la otra cara de la moneda con que la prensa oficial presenta
este fenómeno.
Es cierto que los cubanos de hoy duran más sobre la tierra, al margen
de los que mueren asesinados o por accidentes, dos razones estas muy
acrecentadas a partir del triunfo revolucionario. Y es cierto también
que la medicina del país ha contenido múltiples enfermedades
infectocontagiosas por medio de la vacunación general desde el
nacimiento de un bebé y el seguimiento meticuloso en cada ciudadano.
Hoy el cáncer en muchas de sus facetas está siendo dominado con
eficacia por cirugías y quimioterapias modernas y los problemas
cardiovasculares roban menos vidas gracias a la intervención
quirúrgica, medicamentos más efectivos y aditamentos de última
generación como el marcapasos, el desfibrilador, etc. Pero lo que no
se puede obviar en este análisis es que la medicina moderna ha
evolucionado en todo el mundo de sesenta años acá, y hasta el país más
retrógrado cuenta hoy con el desarrollo médico de la ciencia. No se
puede anclar la medicina actual en los años cincuenta para compararla.
Pero lo que escapa al ojo miope del periodista oficial es la estampida
de millones de cubanos hacia cualquier sitio del mundo, por escurrirse
de un sistema monolítico que desconoce las aspiraciones individuales
de cada habitante. Y este sistema monolítico que basa sus lineamientos
en que "aquí nadie puede ser rico" –salvo sus dirigentes, claro– ha
obligado, sobre todo a la juventud que aspira a una vida mejor, a
marcharse de Cuba y soportar con estoicismo las penurias que todo
emigrante sufre por el vacío de la Patria con tal de poder
desarrollarse según el potencial de sus capacidades. No hay que ser
especialista en aritmética para entender que al marcharse los jóvenes,
el por ciento de ancianos aumenta y los nacimientos se reducen porque
los viejos no procrean.
Si a esto, que ya es mucho para entender el porqué de la crisis, se
añade la "liberalidad" del aborto en el país, ¿cuántos millones de
niños que pudieron nacer fueron asesinados por el escalpelo y la
cureta del médico en los salones de interrupción de los hospitales
cubanos?
Y como colofón a esta crisis, el proselitismo de la homosexualidad que
lleva a cabo en toda la Isla la hija ilustre del presidente Raúl
Castro, ayuda en gran medida a la falta de natalidad en la población.
Si, como muchos de ellos esperan para años futuros, la mitad del
pueblo de Cuba sea homosexual, se le dará el golpe de gracia a la
nación cubana, pues como es fácil entender, macho con macho y hembra
con hembra, no engendran.
Hay dos detalles muy curiosos que de cierta manera tienen que ver con
la longevidad de la ciudadanía: la escasa alimentación y el poco
trabajo. Quizás alguien piense que es una ironía; pero no, es cierto.
Y se ejemplifica con los anacoretas y sabios de la antigüedad que
apenas se alimentaban dentro de una cueva y duraban muchos años. La
abstinencia los mantenía muy delgados, pero saludables. A los flacos
–y hágase un estudio sobre los alcohólicos callejeros– no los ataca la
hipertensión, ni la gastritis, ni muchas otras sintomatologías que
acosan a los obesos y "bien comidos". Hay personas muy cercanas a los
noventa años que se mantienen libres de todas las enfermedades por
comer poco. Hasta el cáncer y la gota, según estudios especializados,
atacan con mayor frecuencia a los comedores de carne roja. ¡Pobres
nuestros ministros!
El otro detalle es que el pueblo de Cuba aprendió a no trabajar duro,
a no ejercitar los músculos en labores sofocantes, a permanecer detrás
de los burós, o como custodios, inspectores y policías. En este país
la mayoría poblacional vive del "invento". Y qué decir de los
"mueleros", que son los dirigentes inferiores que se la pasan en
reuniones proselitistas y por nada del mundo se agachan a sembrar un
boniato. Hablo también del cubano de a pie que descubrió hace tiempo
que lo engañan con la doble moneda, cuando le pagan con un peso que
vale cuatro centavos y en desquite no "pincha". Hace como que trabaja
de la misma forma a como el Estado hace como que le paga. Y la holgura
también es calidad de vida. De aquí se desprende otro fenómeno que
agobia al país: la miseria económica, porque como bien me dijo una
estudiante del pre: "El único sitio donde "éxito" va delante de
"trabajo" es en el diccionario".
Por eso, no importa lo que pretendan hacer creer al pueblo ingenuo por
los medios informativos afines al Gobierno, el envejecimiento
poblacional de Cuba y el índice de natalidad en vertiginosa picada,
lejos de ser una ocurrencia casual de la sociedad, se debe a los
errores administrativos y políticos de un sistema incompetente que,
tarde o temprano, se difuminará si no realiza cambios profundos e
inteligentes.

Pedro Armando Junco

1 comentario:

  1. El Comandante fue muy sabio. Eliminó completamente la carne en Cuba, por eso el nivel de colesterol en la población es infimo. El cuidado y las vacunas es parte del show que muestra a Cuba como una Potencia Medica Mundial que cuida de sus ciudadanos hasta que son viejitos-viejitos. Lo que ocultan es que la gente no quiere tener familia porque lo niños no tienen leche y conseguir pañales y cosas adecuadas a los bebés es un tormento en la Cuba Revolcionaria. Nadie tiene incentivo para crear una familia normal y la compañera Mariela Castro fomenta el homosexualismo entre los hombres y entre las mujeres porque parte de la ideologia Castro-comunista es destruir la familia para facilitar la escalvitud fisica y mental.
    El cáncer se extiende en la América latina. Ya conviertieron a Venezuela en Cubazuela. Es asombroso como han implantado exactamente los mismos metodos y la misma ideología inoperante, exctamente como la de la Metropolis. Ahora el compañero Zelaya vuelve a hacer campaña en Honduras. La vez anterior Micheletti lo sacó del poder y evitó que el compañero Zelaya convirtiera a Honduras en una Provincia mas de Cuba. Andrés Pastrana, ex-Presidente de Colombia, dice que Colombia está controlada por Venezuela. Al final los ex-guerrilleros de las FARC subirán al poder en Colombia con elecciones fraudulentas y Colombia también caerá en la misma desgracia que Cubazuela. 
    El cáncer del Castrismo se extiende por toda la América y no hay manera de pararlo. La independencia, la libertad y la soberanía son las banderas que se enarbolan para esclavizar a la gente. Somos libres, independientes y soberanos viviendo en la miseria,  carentes de las cosas fundamentales para crear una familia fuerte y saludable, base de la sociedad; satisfacer las necesidades minimas de la población y expresar nuestras opiniones, participar en la vida politica, económica y social del pais  para mejorar el gobienro. La Revolución Cubana ha sido el engaño del siglo. Han hecho una Patria con Unos Cuantos, Para Unos Cuantos y por el Bien de Unos Cuantos. Ahora engañan al resto de la América Latina para llevarlos a la misma miseria fisica y moral.
    Decía Churchil que el Socialismo es la filosofía del fracaso, la prédica a la envidia y el credo de la mediocridad. Su defecto inherente es la repartición igualitaria de la misera... La razón que tenia Churchil se hace evidente en los casi 60 años de Revolución en Cuba y ahora en Cubazuela. El engaño del
    Siglo ...
    Liborio

    ResponderEliminar